El presidente de la Asociación de Industrias de la República Dominicana (AIRD), Celso Juan Marranzini, destacó las capacidades demostradas por el sector industrial para resistir la crisis económica derivada de la pandemia del covid-19, constituyéndose en uno de los principales segmentos que han aportado a la recuperación económica.
«Ciertamente, muchas empresas entraron en dificultades. No podemos decir que los industriales salimos totalmente ilesos, pero sí podemos afirmar que ganamos la batalla y que estamos mejor preparados que nunca para hacer de nuestro país una potencia industrial en la región», manifestó.
Durante su alocución de este martes en el evento «Todos somos industria», organizado junto al Ministerio de Industria, Comercio y Mipymes (MICM) y que contó con la asistencia de la vicepresidenta Raquel Peña, Marranzini reseñó el papel que jugaron los industriales durante la cuarentena impuesta en 2020, en la que mantuvieron abastecidos de alimentos, medicamentos e insumos de primera necesidad a la población.
Informó que más del 80% de las empresas del sector mantuvieron las operaciones pese a la pandemia, y que la manufactura local ha podido reintegrar a la totalidad de sus empleados, lo que supone un indicador importante para la dinamización de la economía, ya que el sector genera 440,000 plazas de trabajo y siete empleos indirectos por cada indirecto.
Destacó la coordinación conjunta con los agentes públicos en la continuación de la cadena de suministros durante la pandemia para evitar la escasez, «sobre todo en medio de esta alza de precios».
Sin embargo, para que República Dominicana se constituya en potencia industrial de la región, debe entender que la carrera de la competitividad «no es una carrera de corto alcance, sino que es un maratón que se ganará en el día a día, con la mirada en el largo plazo».
La industria dominicana, cuyos aportes al producto interno bruto (PIB) constituyen el 32%, con unas 13,000 micro, pequeñas y medianas empresas que operan dentro de este segmento económico, debe mejorar su competitividad de cara a los mercados internacionales, seguir dotando al sector de un marco jurídico e impositivo que garantice nuevas inversiones, frenar el incremento de los ilícitos y la competencia desleal, así como asegurar su desarrollo sostenible, apuntó el empresario.