Financial Times: Trumka desafía a Trump mientras se estanca el nuevo TLCAN
Mientras Donald Trump presiona al congreso para que apruebe su acuerdo comercial con Canadá y México, enfrenta una fuerte oposición de Richard Trumka, el presidente de la Federación Estadounidense del Trabajo y Congreso de Organizaciones Industriales (AFL-CIO, por sus siglas en inglés).
El Sr. Trumka, el jefe sindical más poderoso de EEUU, al mando de 12.5 millones de miembros en 55 sindicatos, le advirtió el jueves a la Casa Blanca que cualquier esfuerzo por forzar una votación sobre el Tratado entre México, EEUU y Canadá (T-MEC) acabaría con el acuerdo.
El Sr. Trump quiere promocionar el acuerdo como una victoria para su campaña de reelección de 2020, después de hacer de la actualización del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN) una parte esencial de su campaña presidencial de 2016. El Sr. Trumka quiere que se modifiquen las disposiciones clave.
“Sin el apoyo de los movimientos sindicales de EEUU, México y Canadá, el nuevo TLCAN seguirá el mismo camino que el TPP”, dijo el Sr. Trumka, refiriéndose al Acuerdo de Asociación Transpacífico para el que el presidente Barack Obama no pudo conseguir el apoyo del congreso, y que el Sr. Trump abandonó poco después de asumir el cargo.
Durante el verano, el Sr. Trumka realizó una gira por Ohio, Michigan y Pensilvania — estados industriales de gran importancia en las elecciones de 2020 — con el fin de convencer a los trabajadores para que rechacen el acuerdo T-MEC.
El T-MEC mantiene la arquitectura básica del TLCAN, incluyendo las actualizaciones clave en comparación con el pacto de 1994 sobre cuestiones como el comercio digital y la reducción de algunas barreras al comercio agrícola, como algunas protecciones para los productos lácteos canadienses. Sin embargo, incluye algunas regulaciones más estrictas para las exportaciones de automóviles libres de aranceles hacia EEUU desde Canadá y México, incluyendo mayores cuotas de contenido norteamericano y mayores requisitos salariales.
Cuando el Sr. Trump firmó el T-MEC en noviembre, la Casa Blanca pensó que obtendría una aprobación rápida dada la falta de simpatía por el TLCAN entre las filas demócratas. Conseguir la aprobación ha resultado más difícil de lo esperado.
Nancy Pelosi, la presidenta demócrata de la Cámara de Representantes de EEUU, y Richard Neal, jefe del panel de la Cámara que supervisa el comercio, han exigido cambios a las disposiciones sobre normas laborales y ambientales, y sobre el mecanismo para aplicar el acuerdo, antes de que ocurra una votación.
Sin embargo, los líderes demócratas enfrentan cierta resistencia. Aunque algunos demócratas quieren evitar darle al Sr. Trump una victoria de cara a las elecciones de 2020, otros dicen que es importante permitir una votación para ayudar a los demócratas que buscan la reelección en distritos conservadores.
Durante su gira por tres estados, el Sr. Trumka dijo que la Sra. Pelosi “coincidía con la AFL-CIO” sobre la necesidad de arreglar el acuerdo. El jueves, dijo que ella estaba haciendo muy buen trabajo al mantener unido el grupo muy diverso de demócratas.
Robert Lighthizer, representante comercial de EEUU, ha mantenido conversaciones con los demócratas para resolver el estancamiento en el Congreso, pero no ha habido avances. Los defensores del T-MEC en la comunidad empresarial han intensificado el cabildeo, alegando que el acuerdo es una actualización importante del TLCAN y atenuará la amenaza del Sr. Trump de retirarse por completo del TLCAN.
Edward Alden, profesor de la Universidad Western Washington que se especializa en relaciones económicas entre EEUU y Canadá, dijo que mientras el Sr. Trumka estaba ejerciendo presión en contra del acuerdo, algunos sindicatos “apoyaban suficientemente” el acuerdo.
James Hoffa, jefe de la Hermandad Internacional de Camioneros, dijo el mes pasado que el T-MEC era una mejora en comparación con el TLCAN y que detendría la “hemorragia de empleos” hacia México. “Tenemos que actualizar correctamente el acuerdo y aprobarlo este año”, dijo.
El Sr. Trumka dijo el jueves que “quiere decir que sí con respecto al” sucesor del TLCAN, pero que planeaba viajar a México la próxima semana para reunirse con el presidente Andrés Manuel López Obrador y discutir sus preocupaciones de que México no tiene la capacidad para aplicar partes clave del trato.
Es probable que el tema reciba más atención conforme se acerquen las elecciones primarias presidenciales de los demócratas a principios de 2020.