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Opinión: Corresponde al que ató la campana al tigre quitársela

Santo Domingo, RD

Frente a la “guerra” comercial lanzada por los Estados Unidos, el Gobierno chino tiene una posición clara: No la quiere, pero no teme pelearla.

En realidad, la esencia de la relación económica y comercial china-estadounidense es el beneficio mutuo y ganar-ganar, formando una estructura de intereses que en lo tuyo hay algo mío y en lo mío hay algo tuyo.

Casi el 60% del déficit comercial de Estados Unidos con China proviene de las empresas con inversión extranjera, especialmente de las empresas norteamericanas.

Un tercio del aumento de las ventas en ultramar a nivel mundial de las empresas con capitales estadounidenses proviene del mercado chino. Empresas norteamericanas tales como Qualcomm, Microsoft y Google vendieron piezas y accesorios por un valor de US$11,000 millones a Huawei en 2018. Además, una cuarta parte de los productos minoristas en el mercado estadounidense son importados de China, y el 26% de los productos de Wal-Mart vienen directamente de China.      

La calidad
Los productos chinos de excelente ratio precio-calidad reducen el costo de vida de las familias estadounidenses. Según un análisis de una institución financiera estadounidense, una familia común de este país pagará US$1,000 extra por año por los aranceles adicionales.

Estados Unidos no solamente tiene déficit comercial con China, sino también con muchos otros países. La causa fundamental del déficit está en la estructura económica, la aplicación de una política de déficit fiscal durante largo tiempo y las restricciones en la exportación e inversión de alta tecnología. Según el informe del Carnegie Endowment for International Peace, si Estados Unidos rebaja su control de exportaciones a China al nivel de Francia, el déficit comercial con China puede reducirse en un 35%.

Además, ambas partes utilizan diferentes estándares estadísticos. Según la parte china, el superávit comercial de China con Estados Unidos en 2017 fue de US$275.8 mil millones, mientras que la parte estadounidense calculó que el déficit fue US$375.2 mil millones, una diferencia de US$99.4 mil millones. Según los cálculos del grupo estadístico conjunto chino-estadounidense, el déficit comercial de Estados Unidos con China obviamente se sobreestima en un 20% cada año, y de hecho sólo alcanza US$260,000 millones. Si consideramos el superávit comercial de servicio de US$60,000 millones y las ventas de US$300,000 millones de las compañías estadounidenses en China, el balance entre ambos países es básicamente equilibrado.

Ante la presión de la fricción comercial chino-estadounidense, la economía china sigue siendo resistente y estable. En el primer semestre de este año, la economía china creció un 6.3% interanual, en línea con las expectativas establecidas, y está muy por delante de los principales países del mundo. El incremento económico anual de China sigue siendo equivalente al volumen total de un país medio desarrollado, lo que significa una Australia o México cada año.

El patrón de crecimiento económico de China ha registrado cambio fundamental, y su dependencia de las exportaciones ha disminuido considerablemente. En la primera mitad del año, el consumo contribuyó más del 60% al crecimiento económico de China. China tiene una población de 1,400 millones y una clase media de 400 millones. Es el mercado de consumo más grande del mundo. El mercado potencial es tres o cuatro veces mayor que el de los Estados Unidos.

El escalonamiento de la “guerra” comercial contra China por la parte estadounidense no es un “asunto privado” entre dos países, sino una “cosa pública” que tiene que ver con las reglas comerciales internacionales y las perspectivas de la economía global. La fricción comercial ha llevado a la economía mundial, que originalmente estaba en una difícil recuperación, a una crisis que amenaza con el retorno de la recesión. La OMC ha bajado su pronóstico del 3,7% al 2,6% del crecimiento del comercio mundial para 2019. Según el informe de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), la intensificación de la fricción comerciales entre China y los Estados Unidos puede causar una pérdida del 0,7% del PIB global del año 2021 al año 2022, equivalente a alrededor de US$600,000 millones.

En una guerra comercial no hay ganador. ¿Cómo podemos detenerla? El Gobierno chino ha dicho que su prioridad es proseguir las negociaciones con igualdad y respeto. Sin embargo, como reza un refrán proveniente del budismo chino: Corresponde al que ató la campana al tigre quitársela.  

Por:Zhang Run

Fuente: Listín Diario

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