Mosca obliga a diversificar la agricultura
Virgilio Guzmán. El turismo internacional, el libre comercio, la demanda de productos externos, la no adecuada estructura de observancia en las entradas al país de frutas, hortalizas, carnes, granos, entre otras, por medidas sanitarias incumplidas en nuestros puertos y aeropuertos, ha permitido la entrada y desarrollo de plagas y enfermedades agrícolas y pecuaria, de carácter económico y social de consideración y preocupación.
Recordamos todavía, la llegada de la Fiebre Porcina Africana, con la matanza masiva de cerdos, sus efectos a nivel familiar y político, por la destrucción de la “alcancía rural familiar”. Otras plagas y enfermedades conocidas e introducidas a nuestro país son, la del café, de las aves, los cítricos y las musáceas.
Diversificar el campo
Tenemos los conocimientos profesionales a aplicar en la producción de cultivos agrícolas irrigados y en secano, en las tierras altas y bajas. Debemos orientar nuestra agricultura, priorizando los siguientes cultivos, por su importancia económica de protección climática y ambiental, protección de los suelos y unificación familiar campestre. El cacao, café, musáceas, yuca, batata, yautía, ñame, frijol, arroz, sorgo, soya, con la utilización de nuevas variedades y nuevas técnicas de cultivo y manejo del campo. El Gobierno debe de incentivar hoy mismo, la siembra de café y, acercarse a las compañías cacaotaleras de San Francisco de Macorís y Cafetaleras de La Vega y del Sur, para obtener objetivos favorables en estos momentos perjudiciales con la llegada de la mosca del Mediterráneo.
El Cibao Central junto al Cibao Occidental y sus cordilleras Central y Septentrional son valiosas fuentes de producción de alimentos dentro de las provincias La Vega, Espaillat y Hermanas Mirabal, que poseen miles de hectáreas de suelos de alta calidad agrícola y, temperaturas excelentes para el desarrollo de una gran cantidad de cultivos agrícolas, así como también de agricultores con amplios conocimientos en el uso de sus tierras, teniendo únicamente como limitante, la falta de agua para irrigación suplementaria.
Suplir agua de riego para la producción agrícola del Valle Central del Cibao, es posible por varias vías; a través del represamiento de los ríos Cenoví, Yásica, Jamao, Boba, con las aguas del río Yuna y/o Camú, y/o con las aguas subterráneas, mediante el uso de métodos de irrigación modernos, como es el riego por goteo y, con la siembra de cultivos rentables, como los vegetales y frutales para el consumo nacional y la exportación, los cuales utilizan una significativa cantidad y diversidad de mano de obra.
La diversificación de cultivos agrícolas en la región del Cibao y la nación, debe ser considerada de importancia nacional, entre la necesidad de la producción de alimentos para la exigencia de la población dominicana y para la obtención de recursos económicos que posibilitan hacer las importaciones requerida por el país y cumplir con los compromisos establecidos.
La agricultura dominicana, tiene además que ser asegurada con la construcción de obras hidráulicas (presas), conocidas y recomendadas técnicas y económicamente a nivel nacional.
Fuente: Listín Diario