En respuesta a los llamamientos lanzados en la cumbre del G7, Pekín afirma que «solo hay un tipo de multilateralismo», también basado en la Carta de la ONU y el derecho internacional, frente al «pseudomultilateralismo que sirve a los intereses de una camarilla o un bloque político».
Por ello, pidió a los «países relevantes» que den pasos para mantener los objetivos y principios de la Carta de la ONU y hagan «esfuerzos reales» para conseguir vencer pronto al coronavirus, responder de forma eficaz contra el cambio climático y trabajar para una recuperación económica global «robusta».
La reacción china se produce después de que el presidente estadounidense, Joe Biden, convenciera al resto de líderes del G7 de la necesidad de lanzar un gran plan de infraestructuras que contrarreste el avance de China.
En ese sentido, los dirigentes del G7 acordaron el sábado lanzar la iniciativa «Build back better for the world» (reconstruir mejor para el mundo) para «responder a las necesidades tremendas de infraestructuras en los países de ingresos medios y altos», según la Casa Blanca.
El plan quiere ser una alternativa al proyecto chino «One Belt, One Road» (una ruta, un cinturón), que pretende revitalizar la conocida como Ruta de la Seda mediante la modernización de infraestructuras y telecomunicaciones para mejorar la conectividad entre Asia y Europa.