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Ante la amenaza de Trump, Europa se prepara para la batalla comercial

El presidente Donald Trump ha puesto como objetivo reestructurar la relación comercial de más de miles de millones de dólares de Estados Unidos con la Unión Europea, lo que hace temer que se desate otra gran guerra comercial en un momento en que la economía mundial se está ralentizando y él aspira a la reelección.

Trump, que recientemente firmó un acuerdo comercial de Fase Uno que enfrió la dura guerra comercial con China, ha calificado la posición de la UE en materia de comercio de “peor que la de China” y ha amenazado con imponer aranceles a sus automóviles y otros productos.

Los dirigentes europeos dicen que están dispuestos a trabajar con Trump para hacer frente a los problemas en la relación, pero advierten de que tomarán represalias contra cualquier esfuerzo de Estados Unidos para castigar al bloque comercial.

“En el ámbito económico, estamos igualados. Y nos defenderemos”, dijo el viernes Norbert Roettgen, un veterano parlamentario conservador alemán, después de reuniones con representantes de la Casa Blanca y el Departamento de Estado. “Responderemos a los aranceles de Estados Unidos, y sabemos cómo estructurarlos para que sean efectivos”.

El viernes, dos días después de que Trump fuera absuelto en su proceso de destitución en el Senado, el embajador de EEUU ante la Unión Europea, Gordon Sondland, dijo que iba a ser retirado de su puesto, lo que quita más visibilidad todavía al camino de cualquier negociación futura. Sondland había testificado durante la investigación en la Cámara de Representantes.

El resultado a corto plazo puede ser un “mini-acuerdo” como el de la Fase Uno firmado con Pekín el mes pasado, que no resuelve los problemas fundamentales pero que permitirá a ambas partes declarar una tregua, según expertos en comercio.

DISPUTAS Y DÉFICIT

Estados Unidos, el mayor importador del mundo, y el bloque de 27 miembros de la UE han chocado por los subsidios a las líneas aéreas, las barreras comerciales agrícolas y los planes de la UE de gravar a las grandes empresas digitales estadounidenses, entre otras cuestiones.

La UE fue el principal mercado de exportación de Estados Unidos en 2018, antes de que Reino Unido abandonara el bloque, liderado por los productos aeroespaciales y los ordenadores. Después de lograr un acuerdo de libre comercio con Europa, la administración Trump se centra en reducir su creciente déficit en el comercio de bienes, que alcanzó la cifra récord de 178.000 millones de dólares en 2019.

“Eso no puede continuar”, dijo en diciembre el representante de Comercio de Estados Unidos (USTR, por sus siglas en inglés), Robert Lighthizer.

En diciembre, el órgano de apelación de la Organización Mundial del Comercio, que actúa como tribunal supremo para las controversias comerciales internacionales, quedó paralizado después de que la Administración de Trump bloqueara repetidamente el nombramiento de nuevos jueces.

La Casa Blanca y Bruselas están, esencialmente, sin árbitro, en un momento en que los representantes de la Unión Europea dicen que Trump parece fortalecido por su absolución en el proceso de destitución y ha aumentado su retórica polarizadora.

“Tenemos aliados. Tenemos enemigos. A veces los aliados son enemigos, pero no lo sabemos”, dijo Trump en un desayuno en Washington la semana pasada, comentarios que han crispado los nervios de los representantes europeos.

Después de una primera reunión positiva entre Trump y la nueva líder de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, en el Foro Económico Mundial de Davos, Suiza, en enero, Trump, de forma inesperada, amplió los aranceles del acero que se establecieron por primera vez en 2018.

Los representantes de la UE dicen que están tratando de hacer avanzar la relación de manera “transaccional”.

Tomas Baert, jefe de comercio y agricultura de la delegación de la UE en Washington, dijo el viernes que el comisario de Comercio de la UE, Phil Hogan, viajará a Washington mensualmente para tratar de llegar a un acuerdo limitado “que sea tuiteable”. Dicho acuerdo permitiría a Trump “decir que pasamos de la peor relación comercial a la mejor relación”, dijo Baert.

Sin embargo, eso no significa que Europa vaya a consumir “pollo con cloro”, dijo Baert, o que vaya a comprar productos agrícolas genéticamente modificados, refiriéndose a prácticas estadounidenses rechazadas en Europa.

AMENAZA ARANCELARIA

La Administración Trump, que ha seguido un programa de “América primero” destinado a reencauzar las corrientes comerciales mundiales a su favor, ha amenazado con imponer aranceles del 25% a los automóviles y las piezas extranjeras procedentes de Europa.

El viernes, el principal asesor económico de la Casa Blanca, Larry Kudlow, dijo que la Administración Trump había suspendido temporalmente sus planes de gravar las importaciones de automóviles europeos, “mientras trabajamos, con un esfuerzo de buena fe, de cara a la posibilidad de un acuerdo comercial con la UE”.

Pero Baert cree que la amenaza arancelaria continuará, porque Trump “es un hombre de aranceles y ese es el lenguaje que habla”. Cualquier arancel estadounidense será recibido con represalias, enfatizó Baert. “Si nos dan un bofetón en una mejilla no vamos a ofrecer la otra”, dijo.

PERAS POR MARISCO

Un acuerdo a escala podría incluir un mayor acceso al mercado de las manzanas y peras europeas, por un lado, y del marisco de EEUU, por el otro. Las normas de seguridad alimentaria que han mantenido muchos productos agrícolas fuera del mercado europeo también están sobre la mesa, según varias fuentes.

“Sería complicado hacer algo integral, pero ciertamente hay un miniacuerdo sobre la mesa”, dijo Miriam Sapiro, que fue representante comercial de EEUU en la administración de Obama y es ahora codirectora de la oficina de Sard Verbinnen en Washington. “Creo que es factible y realista si ambas partes se mantienen enfocadas en las áreas de convergencia”.

La preocupación de Trump por las elecciones del 3 de noviembre en Estados Unidos ofrece alguna promesa de un acuerdo modesto, dijo el alemán Roettgen. “Para Trump, es importante que pueda vender un acuerdo comercial a los votantes, y esa es una oportunidad para que podamos lograr algo”, dijo.

Información de Andrea Shalal y David Lawder; editado por Heather Timmons y Paul Simao; traducido por Michael Susin, editado en español por Tomás Cobos

Fuente: Reuters

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