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La exportación de carne de RD, aún sin saltar reto sanitario

El titular de la Dirección General de Ganadería asegura hace falta ampliar la cobertura sanitaria

Durante el período 2015-2018, República Dominicana exportó unos 960,656 kilos de carne de res, por un valor de US$4.3 millones, según los datos de la Dirección General de Ganadería (Digega). En el caso de la carne de cerdo, el volumen durante ese período fue 61,429 kilos, por un monto de US$180,511.

El titular de Digega, Duarte Contreras, asegura que Ganadería trabaja con todos los sectores, pero que hace falta que la cobertura sanitaria sea total en el país. “Estamos en todas las provincias, pero hay rincones de esas provincias donde aún no hemos llegado”.

Califica como “normal” la situación sanitaria del país, ya que entiende que enfermedades como la tuberculosis, la brucelosis bovina y la peste porcina clásica, están diseminadas en el mundo entero, por lo que en el país no hay alarmas.

Sin embargo, Eric Rivero, presidente de la Asociación Dominicana de Productores de Leche (Aproleche), alega que, según los datos del Estado, la prevalencia de esas enfermedades es de un 2%. Indica que el último censo agropecuario tiene ya casi 40 años y el país necesita otro que refleje la realidad actual.

“Es necesario que el Estado haga un censo agropecuario y un estudio de prevalencia, porque lo que no se mide no se conoce y lo que no se conoce no se puede resolver. Los ganaderos tenemos ese y muchos otros problemas”, resalta.

En ese sentido, la directora del Departamento de Sanidad Animal de Ganadería, Lissette Gómez, especifica que por la presencia en la ganadería dominicana de algunas enfermedades en los porcinos, muchos países decidieron dejar de importar la carne que se produce en el país.

Explica que en la actualidad el país exporta a Guatemala, El Salvador y, esporádicamente, a China, nación que compra cortes específicos de carne bovina.

La peste porcina clásica está controlada bajo vacunación.

Señala que debido al aumento de la demanda de consumo de carne que se produjo en República Dominicana en la década de 1990, cuando su precio de venta para el productor resultó más atractivo en los hoteles locales que el que se pagaba en Estados Unidos, el país decidió dejar de exportar y perdió el mercado de la nación norteamericana.

“Perdimos el mercado para la exportación de carne en la década de 1990, por voluntad del país, ya que cuando comenzó a aumentar el número de turistas, se decidió dejar de exportar hacia otros mercados. Pero ya estamos logrando la exportación de carne bovina hacia Estados Unidos”, puntualiza.

Gómez dice que implementan medidas para lograr la exportación de carne a los mercados internacionales, para lo cual el país se ha incorporado al Servicio de Inspección (FSIS) en Estados Unidos y ahora los mataderos o las plantas procesadoras de carne deben cumplir con ciertos requisitos, las cuales incluyen sistemas de control de calidad.

“Estamos incorporados a ese sistema, ahora viene una pre-evaluación y además se solicitó la visita de un inspeccionado oficial. Hay dos mataderos, Mercarne y Agrocarne, que al momento están implementando todas las normativas para poder lograr la exportación hacia Estados Unidos”, afirma.

Estudios de prevalencia

Diferentes sectores de la pecuaria de República Dominicana coinciden en que en el país hace falta un estudio que permita estimar la prevalencia de enfermedades que por mucho tiempo han afectado a la ganadería, como la brucelosis y tuberculosis.

El médico veterinario Orlando Sánchez Díaz asegura que en 1976 se realizó el último estudio de prevalencia de la brucelosis y la tuberculosis en el país. Afirma que para combatir una enfermedad lo primordial es hacer un estudio de prevalencia para ver a qué nivel están las enfermedades.

“Que te digan ellos ahora mismo que el nivel de prevalencia está en un 1% o un 2%, eso no es verdad, porque no se ha hecho ningún estudio y eso es muy importante. Digega carece de un programa que oriente a los productores de leche y carne sobre la importancia de la prueba de brucelosis y tuberculosis”, dice.

En ese orden, Gómez manifiesta que el último censo se realizó en 1998 y que el Gobierno tiene uno previsto para este año.

“Actualmente no tenemos la prevalencia exacta de esas enfermedades, porque necesitamos un censo, el cual está en proceso. Al momento estamos trabajando en un precenso, pero no explica la cantidad de bovinos y de porcinos que hay en la actualidad, este año haremos un censo para determinar la cantidad de animales que hay en el país y el nivel de prevalencia de las enfermedades que afectan la pecuaria dominicana”, declara Gómez.

Indica que los datos que actualmente maneja Ganadería indican que hay un millón 904 mil cabezas de ganado.

Retos de la ganadería

Lissette Gómez plantea como un reto la preparación de un plan estratégico que haga posible la erradicación de las enfermedades que afectan al ganado. Afirma que hace poco se incorporó en República Dominicana una organización internacional especializada en certificar la sanidad animal.

“En lo que va de año hemos tenido muy pocos casos de enfermedades, el país tuvo 10 meses sin casos. En 2015 tuvimos dos casos y casi todos fueron en cerdos de traspatio, porque no cumplen con ningún tipo de bioseguridad y, al no tener los dueños el cuidado de sus cerdos que van de una casa a otra o su alimentación no es la correcta, esos son los más vulnerables a enfermarse”, sostuvo.

Gómez entiende que para lograr la exportación de cerdo, el país tiene el reto de lograr la regionalización o compartimentación, para certificar que esas áreas están libre de la enfermedad y así poder exportar.

Durante el período 2015-2018, el país exportó unos 960,656 kilos de carne de res, por un valor de US$4.3 millones.

“La mayoría de las granjas organizadas que vacunan están libres y no han presentado ningún caso; entonces, el país tiene como desafío dentro del plan estratégico, dejar de vacunar y después de 12 meses sin casos, sin que en ese tiempo se presente circulación del virus, nosotros podríamos declarar esa zona o región libre y buscarle mercado a la carne de cerdo”, especifica.
Explica que hay países con problemas sanitarios, pero tienen compartimientos certificados y exportan.

“Otro reto es lograr el control y exterminación de la influenza aviar, que ya iniciamos una etapa de vacunación, que va a incorporarse ahora, pero el mayor reto que tenemos es la peste porcina clásica, para lo cual tenemos una alianza con los productores y vemos eso como una oportunidad para lograrlo”, dice.

Gómez plantea como una debilidad la carencia de médicos veterinarios en la frontera, ya que por la situación que atraviesa esa zona, los veterinarios se niegan a estar allá.

“Entonces ya hay una propuesta de que los veterinarios reciban un incentivo por encima de su salario, para que podamos cubrir esas zonas. Para lograr esto, estamos trabajando en un convenio con organismos internacionales y se está brindando asistencia y capacitaciones”, recalca.

Plan Sanitario

El presidente de Aproleche explica que los productores han demandado más inversión para la pecuaria en términos sanitarios, ya que tienen más de 10 años reclamando un plan sanitario que sea inclusivo y abarque todo el país.

Rivero expresa que la asociación siempre ha apoyado el tema sanitario, que debe imponerlo el Estado, pero enfatizó en que la ganadería necesita un plan sanitario bastante amplio.

“Cada cierto tiempo vemos como la gripe aviar, el cólera porcino, y entre otras enfermedades afectan a la producción y eso es un tema de reglamentación, controles en los aeropuertos y carreteras, de inversión del Estado en la sanidad”, dice.

Manifiesta que un porcentaje muy pequeño de los productores tiene acceso a las pruebas sanitarias en la ganadería bovina, la cual cree que debe ser obligatoria.

Insiste en que se debe hacer un plan sanitario con metas fijas a largo plazo que pueda resolver los problemas que existan en ganadería, el cual tiene que venir acompañado con ayuda económica a los productores afectados para evitar que desaparezcan.

“El tema del registro sanitario, es un tema de salud pública que debe asumirlo Ganadería con todo el rigor posible, pero es una cuestión de voluntad del Estado y que hagan una inversión en ese plan. Como productores, lo que podemos hacer es poner nuestras instituciones a la orden para ayudar a que lleguen a los sitios más remotos”, plantea.

Sin embargo, la directora de Sanidad Animal resalta que la institución cubre ocho regiones en el país, el cual está dividido por subregiones, y en cada regional la entidad tiene un cuerpo de veterinarios y un subdirector pecuario.

“Cada subregional cuenta con un laboratorio que trabaja los casos brucelosis, porque tenemos el Laboratorio Veterinario Central, donde se diagnostican todas las enfermedades a nivel central”, dice.

“Creemos en que la alianza público privada pudiera fortalecer la cobertura a nivel nacional, incorporando nuevos veterinarios y técnicos que cuenten con las herramientas necesarias para extender una eficiente política sanitaria en todo el territorio nacional”, apunta.

En tanto, Sánchez Díaz califica la concienciación como “importante”, ya que al ganadero al carecer de una buena orientación, aunque la vacuna era gratis, no la aplicaba a sus animales.

“Casos como lo de la enfermedad de la tuberculosis y la brucelosis que se le pasa al humano, yo los declararía como algo de seguridad nacional, porque si afecta al hombre debemos tener mucho cuidado”, puntualiza.

Enfermedades que se están controlando

Sanidad Animal explica que actualmente se están controlando enfermedades como la tuberculosis y la brucelosis.

“La peste porcina clásica está presente, pero la tenemos controlada bajo vacunación, mientras que en el caso de los equinos, hacemos la prueba de anemia infecciosa equina”, dice Gómez.

“También, en el caso de la avicultura, tenemos la presencia de la gripe aviar de baja patogenicidad, son las enfermedades que actualmente están bajo control oficial en el país”, añade.

Gómez califica como “privilegiada” la situación del país, debido a que no tiene enfermedades que limiten el comercio en bovinos, como el caso de encefalopatía espongiforme bovina y de fiebre aftosa, ya que República Dominicana está históricamente libre de esas enfermedades que han afectado a muchos países de Sudamérica.

“Tuvimos la experiencia de la peste bovina africana, pero nos convertimos en uno de los primeros países en erradicarla entre los años 70 y 80, debido a que eliminamos todos los cerdos que estaban infectados”, resalta.

“Fue ahí donde el país tomó la decisión de fortalecer el sistema porcino con la introducción de nuevas razas, los productores invirtieron en tecnología, organizaron sus granjas, lo cual fortaleció el sistema de crianza porcina del país”.

Asegura que existe un programa especializado en controlar la brucelosis y la tuberculosis, pero que hace falta una mayor cobertura, para poder visitar toda la población bovina y todos los establecimientos bovinos que existen en el país.

Afirma que el Gobierno trabaja en un proyecto piloto en San Juan de la Maguana y va a comenzar otro en San José de las Matas, donde hay una estructura muy organizada, lo mismo que en la Línea Noroeste.

“En el Noroeste no pudimos iniciar anteriormente por el tema de la sequía, ya que se estaban muriendo muchos animales y no podíamos pedirle a los ganaderos que nos guarden el ganado para hacer sanidad, cuando la prioridad era otra”, sostiene.

Explica que ahora hay una preocupación mundial con el tema de la peste porcina africana, por lo que están trabajando con organismos internacionales para fortalecer las medidas de prevención, tales como motivar a los pasajeros a que no introduzcan ningún producto cárnico porcino que pudieran ser de riesgo al país.

En ese sentido, el asesor de mejoramiento genético del Ministerio de Agricultura, Marcelino Vargas asegura que República Dominicana es uno de los países con menos enfermedades. Especifica que el país tiene menos casos que muchos de Sudamérica y Estados Unidos.

Manifestó que la brucelosis y las tuberculosis son las enfermedades que más han afectado al país, pero la población tiene la ventaja de que puede consumir la carne. Expresó que en el caso de la brucelosis, se aloja en la sangre y no representa ningún peligro, mientras que la tuberculosis solo se aloja en algunos órganos internos, pero no afecta la carne.

“Por esa razón la gente no se debe alarmar, sino que un inspector detecta dónde están las enfermedades y las elimina, para que las personas puedan consumir la carne sin riesgo, y esas pruebas se realizan todos los años”, explicó Vargas, exdirector de Ganadería.

Advierte que hay ganaderos que se oponen a que a sus animales les hagan la prueba, por lo que han tenido que imponerlas de manera obligatoria, porque son enfermedades que se transmiten de los animales al hombre y se asume como “un caso de seguridad nacional”.

“Nadie puede oponerse, porque una persona tiene una finca de animales libres y hay animales de traspatio que contaminan la finca, y esos animales están siendo encerrados en un corral, donde se le practica la prueba de manera obligatoria”, enfatiza.

Señala que el Ministerio de Agricultura trajo unos especialistas de Estados Unidos, los cuales lograron erradicar brucelosis y tuberculosis, y estos han entrenado a un grupo de técnicos locales que trabajan en un plan para controlar esas enfermedades.

Las vacunas

Laboratorios: El director del Laboratorio Veterinario Central (Lavecen), William Pichardo, explica que las autoridades toman medidas para evitar la propagación de las enfermedades a través de la creación de vacunas.

“Estamos produciendo todas las vacunas necesarias para evitar la propagación de esas enfermedades, tales como la vacuna Cepa 19, contra la brucelosis, producimos un antígeno para la tuberculina y algunos reactivos que sirven tanto para la brucelosis como la tuberculosis”, dice.

“Producimos una de las vacunas difíciles que hay en el mundo, la de la rabia, que es una enfermedad muy problemática y que no tiene reversa”, agrega.

Pichardo especifica que el laboratorio tiene la capacidad para producir todas las vacunas y todos los antígenos que se necesiten en el país, siendo la vacuna contra la rabia la que tiene más demanda, ya que se producen anualmente más de un millón de dosis.

Sin embargo, plantea que “la de la brucelosis y la de tuberculosis están limitadas, debido a que no se pueden vacunar más de la cantidad que tenemos, pero lo más importante es que se puedan producir esos biológicos, para evitar que en otros países pase cualquier situación y no podamos conseguir la vacuna”.

Innovación

En busca de mejoramiento genético de la raza y que sean más eficientes, el Ministerio de Agricultura lleva a cabo un programa de inseminación artificial que inició en San Juan y Elías Piña.

“En el país hay tres centros de trasplante de embriones, uno oficial y dos privados, donde eligen un toro y una vaca, le sacan los óvulos y los espermatozoides, y en el laboratorio forman los embriones, los cuales son introducidos en los órganos reproductivos de una vaca receptora”, dice Vargas.

“En uno de los laboratorios han nacido más de tres mil animales”, destaca.

Por: Alcides Nova

Fuente: El Dinero

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