Latinoamérica debe fomentar zonas francas con incentivos y estabilidad jurídica, advierten especialistas
América Latina debe fomentar el desarrollo de sus zonas francas mediante incentivos, innovación, estabilidad jurídica y capacitación del talento humano, coincidieron en Bogotá representantes de diez de estos territorios delimitados en la región.
“Latinoamérica se encuentra actualmente en un proceso de consolidación gracias a la maduración de las legislaciones y al entendido de que para que crezcan sus zonas se requiere insistir en la estabilidad jurídica de cada país”, dijo a Efe el gerente general de la Zona Franca de Bogotá (ZFB), Diego Vargas.
En el mundo existen 3.500 zonas francas, 400 de las cuales están ubicadas en América Latina.
Por ello, para competir hombro a hombro con zonas de otras latitudes como Dubái y Hong Kong, “urge tener innovación permanente y hacer las inversiones que requieren tanto los empresarios locales como los foráneos”, precisó.
Vargas fue el anfitrión, junto al presidente de la ZFB, Juan Pablo Rivera Cabal, de diez representantes latinoamericanos de parques industriales que visitaron la capital colombiana para conocer el funcionamiento en el país de esta herramienta del comercio exterior, previo a la realización del III Congreso Mundial de Zonas Francas, que se cumplirá desde mañana y hasta el próximo viernes en Cartagena.
En Colombia, líder en América Latina en zonas francas, el fortalecimiento comenzó en 1991 con once superficies de este tipo.
Actualmente, el país suramericano cuenta con 111 zonas, 42 de ellas permanentes y 69 especiales, que han generado 298.000 empleos directos e indirectos.
Las zonas francas en Colombia han tenido una inversión total ejecutada entre 2007 y 2016 de 40,1 billones de pesos colombianos (unos 13.655 millones de dólares).
Según Vargas, “en América Latina se empiezan a destacar Nicaragua y Costa Rica, en donde un porcentaje importante del producto interno bruto se lo deben a las inversiones en zonas francas”.
En estos países, agregó el experto, “el proceso legislativo maduró y eso les permitió a las zonas alcanzar el reconocimiento del empresariado para instalar allí sus compañías”.
Precisamente Karla Quevedo, gerente comercial del grupo costarricense del mercado inmobiliario y de bienes Garnier & Garnier, aseguró que en su país hay un auge de las zonas francas, principalmente enfocado a firmas de los sectores salud y tecnología, y procedentes de lugares como Estados Unidos y Europa.
“A ese despegue ha ayudado el hecho de que muchas empresas quieren establecer en nuestro territorio una oficina porque sus proveedores están en Costa Rica, lo que genera un encadenamiento productivo y una ventaja competitiva que queremos aprovechar”, manifestó.
Del mismo modo, a juicio de Quevedo a la región le ayuda, en la mayoría de los casos, “la estabilidad de los Gobiernos porque le ofrece a los inversionistas extranjeros seguridad jurídica a la hora de traer su dinero”.
De hecho, para José Tomás Contreras, vicepresidente del Parque Industrial Itabo, de República Dominicana, país en donde el 50 % de las exportaciones proceden de las zonas francas, “el futuro de estos lugares va a estar siempre supeditado a los Gobiernos”.
La razón, explicó, es que “el esquema de incentivos es vital porque si se desmontan, como ocurrió hace años en Puerto Rico, las empresas se van a trasladar a otros destinos dentro de la misma Centroamérica o el Caribe”.
Finalmente, para el mexicano Rogelio González, de Recintos Fiscalizados del Noreste, es el momento de dejar de estar “en pañales” y avanzar hacia los nuevos desafíos comerciales.
“En México llevamos 57 años en la zona de confort a través del esquema de la industria maquiladora de exportación, que genera una economía tipo enclave que nos mantiene atrasados porque las inversiones son en su mayoría externas y las ganancias también se van”, comentó.
Por ello, para González uno de los principales objetivos del III Congreso Mundial de Zonas Francas es el de “conocer los motivos por los cuales hay que quitarle el misterio a las zonas francas en lo político porque no son una pérdida de la soberanía sino la oportunidad de internacionalizar la economía”.
Fuente: Acento