Confían en que relación con China reanimará las exportaciones
SANTO DOMINGO. El establecimiento de las relaciones diplomáticas entre la República Dominicana y China llega en medio de una alicaída relación comercial, pero con la posibilidad de abrir el flujo de recursos a sectores como la infraestructura, energía, minería y turismo.
La balanza comercial binacional ha acumulado US$6,445.19 millones entre los años 2013 y 2017, de los cuales los envíos dominicanos apenas fueron de US$862 millones (13.4 % del total), de acuerdo con el Centro de Exportación e Inversión de la República Dominicana (CEI-RD).
Las exportaciones dominicanas hacia China han registrado un descenso progresivo en los últimos años: en 2014 se despacharon productos por un valor de US$273.8 millones, en 2015 de US$208.01 millones, al año siguiente fueron de US$130.26 millones y el año pasado se enviaron alrededor de US$85 millones en productos a esa nación.
“Es poco. Claro, esto ha ocurrido sin una relación formal. Uno espera que, al haber relaciones diplomáticas, se abrirían más oportunidades para exportar”, dijo el presidente de la Asociación Dominicana de Exportadores (Adoexpo), Luis Concepción.
El director de la CEI-RD, Marius de León, enumeró los productos dominicanos que se envían a China: minerales de cobre y sus concentrados, dispositivos de uso médico, como agujas, catéteres y cánulas, entre otros, ferroníquel, papel cartón para reciclar y minerales de cinc y sus concentrados, entre otros productos. Desde China, por su parte, se importan bienes como calzados, motocicletas, teléfonos celulares, aires acondicionados, televisores y partes y accesorios de automóviles, entre los principales.
“Felicito a nuestro presidente Danilo Medina por esta decisión tan acertada en el año de fomento de las exportaciones, de abrirse relaciones comerciales con la República Popular China. Con esto demuestra estrategias claves y pasos certeros de este gobierno”, dijo De León.
Por su parte, el economista Henri Hebrard cree que no solo se abre la posibilidad de exportar más a China, sino que no descarta que ese país aproveche el DR-Cafta, para enviar sus productos desde República Dominicana a través de la plataforma de ese acuerdo comercial regional.
Entre tanto, el presidente de Adoexpo es optimista sobre el camino que se abre, pero es cauto. Espera que el Gobierno dominicano aclare si hubo acuerdos en áreas concretas para saber sobre qué base trabajar, por lo que solicitará oficialmente más detalles.
No es el único que mira con prudencia lo que pueda derivarse de las relaciones con China. El analista financiero de la firma Argentarium, Alejandro Fernández W., si bien considera acertado el acercamiento bilateral, resaltó la necesidad de aclarar el tenor de los acuerdos que ya se puedan haber adelantado. “Si es uno donde el capital que aportarán es fundamentalmente por la vía de deuda bilateral —y condicionada a la adquisición de bienes chinos— o en la forma de inversión extranjera directa”, dijo.
Pidió que también se transparente la forma en que se contratarán las obras que podrían arrancar tras la movida diplomática, “y así evitar que se repita lo que ya hemos visto con Punta Catalina y Odebrecht”.
La representante de la Oficina de Desarrollo Comercial de China en RD, Fu Xinrong, dijo hace poco a medios locales que estaban por iniciarse una generadora eléctrica con biomasa y gas natural por US$300 millones, un proyecto hidráulico por más de US$350 millones y la construcción de viviendas de bajo costo por US$200 millones. Hace menos de un mes se instaló la china Kingtom Aluminio en la Zona Franca Industrial Riosur, con una inversión de US$530 millones.
El ministro de Turismo, Francisco Javier García, dijo que el establecimiento de las relaciones con la República Popular de China permitiría acelerar la meta de los 10 millones de turistas a que aspira el país. Sostuvo que “con el potencial que nos ofrece China será mucho mayor su impacto positivo” en el turismo.
La participación de China en América Latina no es nueva. Según los datos que maneja el centro de investigación Inter-American Dialogue desde 2005 hasta el año pasado la nación asiática ha otorgado préstamos por más de US$140,000 millones, con Venezuela, Brasil, Argentina, Ecuador, Bolivia, Trinidad y Tobago y Jamaica como principales beneficiarios.
El interés chino en la región se ha centrado en la energía, a la que ha dirigido 73 % de los préstamos entre 13 países latinoamericanos, mientras que 18.6 % ha sido para proyectos en infraestructura, 1.5 % para minería y 6.9 % en proyectos variados. El mecanismo en estos países ha sido la entrega de préstamos para proyectos desarrollados por empresas chinas o mixtas, y que se saldan con la venta de bienes locales a la nación asiática y con desembolsos de dinero.
Por: Suhelis Tejero
Fuente: Diario Libre