Guerra comercial EEUU con China puede incidir en elecciones en estados agrícolas
Las tarifas aún no han entrado en vigencia y la administración está entablando conversaciones con los chinos para tratar de resolver sus diferencias.
REDACCIÓN INTERNACIONAL.-La guerra comercial que libran China y Estados Unidos, hasta ahora, mediante las listas de aranceles a productos, podrían costarle los votos de los agricultores a los candidatos republicanos en 2018: la inminente batalla de Trump con China corre el riesgo de una rebelión de los agricultores y otros productores agrícolas que podrían sufrir pérdidas como resultado del “ojo por ojo”.
El belicoso intercambio de amenazas “ha inyectado mucha incertidumbre dañina en la economía, ya que los republicanos ya están batallando por mantener su control sobre la Cámara y el Senado en un año electoral difícil”, dicen Sheryl Gay Stolberg y Ana Swanson en The New York Times.
“Y el control del Senado podría reducirse a los esfuerzos republicanos para derrocar a los demócratas en Dakota del Norte, Indiana, Missouri y Montana ̶ todos los estados están mirando a los cañones de las armas de la guerra comercial”, comentan.
Los republicanos, según dice Nancy Cook en POLITICO, están preocupados “porque la guerra comercial de Trump borrará el mensaje de los recortes de impuestos”.
Mientras el presidente Trump se mueve para cumplir una de las promesas centrales de su campaña ̶ endurecerse ante una China en ascenso ̶ , se enfrenta a una potencial rebelión de un electorado central: granjeros y otros productores agrícolas que podrían sufrir pérdidas devastadoras en una guerra comercial.
Los republicanos, según dice Nancy Cook en POLITICO, están preocupados “porque la guerra comercial de Trump borrará el mensaje de los recortes de impuestos”.
La amenaza del presidente Trump de imponer aranceles a los productos chinos vino con una declaración presidencial de que las guerras comerciales son buenas y fáciles de ganar. Pero la acción ha inyectado una incertidumbre perjudicial en la economía pues los republicanos ya se encuentran luchando por mantener su control sobre la Cámara de Representantes y el Senado en un año electoral difícil.
El conflicto: con agricultores enojados y preocupados mientras China promete tomar represalias, muchos republicanos se encuentran divididos entre la lealtad a un presidente que sigue siendo ampliamente popular en los estados rurales y las demandas de los electores, especialmente de los agricultores, que se oponen a sus aranceles.
En Dakota del Norte, un importante estado productor de soja, el representante Kevin Cramer, un republicano que se postula para una silla en el Senado, “sonó” moderado la semana pasada, cuando instó a Trump a “adoptar un enfoque más mesurado” hacia China. El viernes, sin embargo, parecía estar asustado.
La respuesta agresiva de China a los aranceles de Trump está dirigida directamente a rubros producidos en el corazón de Estados Unidos, una región que ayudó a ponerlo en la Casa Blanca. Una guerra comercial con China podría ser particularmente devastadora para las economías rurales, especialmente para los porcicultores y los productores de soja y maíz. Casi dos tercios de las exportaciones de soja de Estados Unidos van a China.
Las tarifas aún no han entrado en vigencia, y la administración está entablando conversaciones con los chinos para tratar de resolver sus diferencias.
Mientras tanto, Trump ha estado intensificando sus amenazas y no muestra señales de retroceder. El jueves pasado, amenazó con imponer aranceles sobre otros US$100 mil millones en productos chinos.
Los funcionarios de la administración Trump argumentan que los aranceles a los productos chinos, aunque no están destinados a ayudar a ciertas industrias estadounidenses, son necesarios para evitar que China continúe violando las reglas del comercio internacional. Afirman que las medidas menos agresivas de las administraciones anteriores fracasaron y que China ha robado los empleos y la tecnología estadounidenses, la clave de la prosperidad futura.
“No es posible obtener un verdadero beneficio sin dolor”, dijo Dan DiMicco, un asesor comercial de la campaña presidencial. “La batalla vale la victoria, y vamos a ganar”.
La estrategia del Presidente
Trump ha ordenado al departamento implementar un plan para ayudar a los agricultores a enfrentar el daño de los aranceles. Pero se han recibido pocos detalles sobre cómo funcionaría un programa así o cuánto costaría. Y no está claro cuánto podría hacer el Departamento de Agricultura para remediar el daño causado a las relaciones comerciales clave en una economía global.
Pero los republicanos de estados agrícolas, como Cramer, creen que sus electores podrían ser víctimas y están pidiendo al Departamento de Agricultura que intervenga.
Varios republicanos están presionando al Presidente. En Iowa, el representante David Young, que representa a un distrito en el que Trump tenía cuatro puntos porcentuales, instó públicamente al mandatario a negociar antes de imponer aranceles. Su estado es uno de los principales productores de soja, cereales y productos derivados del cerdo, y los agricultores ya están viendo bajar los precios.
“Respeto al Presidente y lo que él está tratando de hacer, tratando de nivelar el terreno de juego, tratando de reducir esos déficits comerciales, pero siempre se produce a costa de la agricultura”, dijo Young en una entrevista con NPR. “¿Podemos comenzar, simplemente, sentándonos a la mesa?”
El nuevo asesor económico de Trump, Larry Kudlow, dijo que la amenaza de Trump a China no es un farol, reporta el NYT. “Trump no solo usa tarifas como una tarjeta de negociación. Él me lo dijo”, comentó Kudlow a los periodistas el viernes.
Pero la estrategia de la Casa Blanca para presionar a China a reformar su comportamiento económico parece poco clara. Kudlow dijo que la administración estaba manteniendo conversaciones con los chinos, pero que no los caracterizaría como “negociaciones”.
Añadió que Estados Unidos estaba considerando proporcionar a China una lista de los cambios que a EE.UU. le gustaría ver, pero que aún no lo había hecho.
“No puedo garantizarlo, pero es algo que está en discusión”, dijo Kudlow.
Fuente: Acento