SANTO DOMINGO.-Las zonas francas han sido muy exitosas en atraer el 63% de la inversión que ha llegado al área del Caribe y Centroamérica para ese sector, pero la falta de técnicos, profesionales y personal bilingüe está obstaculizando una mayor expansión.
La escasez de mano de obra especializada y el dominio del inglés es uno de los mayores problemas de ese sector, que concentra 673 empresas en 74 parques ubicados en cuatro regiones del país.
En el mercado laboral del país no es fácil encontrar ingenieros, farmacéuticos ni mucho menos químicos, ya que en el caso de esta última todas las universidades del país han cerrado esa carrera.
El problema se complica cuando la empresa requiere que ese profesional hable inglés, lo cual anula la posibilidad de que se pueda encontrar en el país.
“Nos vimos en la obligación de publicar un anuncio en Estados Unidos para contratar 10 químicos bilingües que necesitaba una multinacional, porque aquí no lo encontramos”, apuntó la directora del Consejo Nacional de Zonas Francas (CNZF), Luisa Fernández.
No es un hecho aislado
Al señalar los principales escollos del sector, Fernández comentó que el tema de la educación es “el más triste” por la dificultad que genera. Contó que hace tres días recibió en su oficina a un empresario que requiere 6,000 empleados, 3,000 de los cuales deben ser ingenieros industriales.
“Por favor ayúdenos, que ya no encontramos dónde buscar (ingenieros)”, dijo el empresario a la directora de Zonas Francas, según contó en el acto de presentación del “Informe Estadístico del Sector Zonas Francas 2018”.
La ex viceministro de Industria y Comercio citó también que en el país hay 72 “call centers” con mucha necesidad de empleos. “O preparamos personas en el inglés a la velocidad de un rayo o perderemos competitividad”.
Las zonas francas tienen un acuerdo con el Intec para la captación de talentos, pero faltan muchos más.
Nuevas empresas
Fernández habló junto a Daniel Liranzo, subdirector del CNZF, quien hizo la presentación del informe. Precisó que estos momentos están trabajando con la posible instalación de entre 10 y 15 nuevas empresas de zonas francas. Además, están a punto de firmar acuerdos con dos inversionistas asiáticos que generarían en conjunto otros 15,000 puestos de trabajo entre Coutí y Montecristi.
“Con esas nuevas empresas habrá más necesidad de empleos.. ¿que fracasen porque no haya obreros?, yo me muero”, externó con incredulidad Fernández.
Desinterés de obreros
Otro problema que afecta a las empresas es el desinterés de las personas en trabajar en el sector. Puso como ejemplo a las zonas francas de las provincias Barahona y Puerto Plata donde los empresarios se ven obligados a traer seis autobuses de empleados desde otras zonas para sus empresas.
En Monte Plata, agregó, realizaron una feria de empleos y la gente no acudió. Ahora esa empresa trabaja con personas de Santo Domingo y de San Pedro de Macorís.
Fernández atribuye esa situación al desinterés de los trabajadores, ya que asegura el sector ofrece sueldos competitivos, incentivos por producción, transporte gratis y comida hasta cinco pesos, con lo cual consiguen en promedio 20,000 al mes.
Energía: otro escollo
El segundo problema más importante de las zonas francas es la energía eléctrica, ya que apenas unas 15, de los 74 parques, son usuarios regulados, o sea que compran la energía sin intermediarios.
Los demás la pagan caro.
El 21% de las actividades de zonas francas están en servicios, 15% en confecciones y textiles, 12% en tabaco, y otros.
Crecimiento de ZF
En 2018 el sector exportó US$6,230 millones (creció 9%) en 1,778 rubros y productos diferentes a 130 países.
En servicios por servicios de energía eléctrica, seguridad social, Infotep, agua y telecomunicaciones pagó RD$12,753.6 millones.
La inversión acumulada de esas empresas suma US$4,977.8 millones.
A nivel local estas empresas compran US$1,621.4 millones.