Arancel EE.UU. para azúcar de México aumentará tensiones
Si Estados Unidos aplica un arancel a las exportaciones de azúcar de México, las negociaciones para la revisión del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN) podrían tornarse más tensas.
México tiene hasta el 5 de junio para llegar a un acuerdo con Washington que siga permitiendo la entrada sin aranceles del azúcar, del que exportó 1.1 millones de toneladas en 2016, según cifras oficiales.
De lo contrario, Estados Unidos planea aplicar un impuesto de hasta el 80 por ciento, según la industria, lo que sentaría un mal precedente para la revisión del TLCAN que posiblemente comenzaría en agosto.
“Obligaría al Gobierno mexicano a endurecer posiciones a la hora de una renegociación, tanto políticamente como en términos económicos”, advierte a la AFP Alejandro Luna, abogado especializado en comercio de la firma Santamarina & Steta.
El azúcar de caña mexicano entraba a Estados Unidos sin restricciones arancelarias ni de cupo desde 2008, como parte del proceso de apertura del TLCAN.
Al mismo tiempo, el mercado local se abrió a la fructosa estadounidense, utilizada principalmente por la industria de los refrescos.
Ambos gobiernos llegaron a un acuerdo en 2014 que limita el azúcar que puede enviar México. La industria estadounidense acusa a México de incurrir en dumping al exportar su azúcar más barato de lo que lo venden en su propio mercado.
Pero Washington y México reiniciaron las negociaciones el año pasado debido a las nuevas quejas de los empresarios estadounidenses.
“Si nos ponen aranceles, nos sacan del mercado”, aseguró hace unos días Juan Cortina, presidente de la mexicana Cámara Nacional de las Industrias Azucarera y Alcoholera (CNIAA).
La Secretaría de Economía de México dijo a principios de mayo que las empresas que han presentado el reclamo buscan en parte “eliminar la competencia de azúcar refinada de México en el mercado estadounidense”. Los productores son conscientes de la importancia del azúcar en las comunidades que la elaboran; como Atencingo, situada en el estado de Puebla (a unos 175 km al suroeste de Ciudad de México) y donde viven casi 11 mil personas.
Desde hace varias generaciones, su población se dedica entre noviembre y mayo al corte de caña y a la producción del azúcar. El resto del año, muchos se dedican a la construcción o se marchan a Sonora (norte) para dedicarse a la cosecha de la uva.
“Decir caña en esta parte del estado es sinónimo de trabajo (y) de muchos años de tradición”, relata Gabriel Conrado, de 57 años, quien representa al sindicato de campesinos en la región.
Fuente: Hoy Digital