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“Guerras comerciales” afectan economías

Hace meses que el comercio internacional se encuentra amenazado por una “Guerra Comercial”, como resultado de decisiones comerciales de las principales potencias del mundo lo que ha hecho tambalear al sistema de reglas que durante décadas ha permitido que las transacciones comerciales se hagan con fluidez y previsibilidad.

El profesor Fantino Polanco, quien recientemente acaba de impartir la asignatura de Política Comercial como parte de la especialidad en Diplomacia Comercial, en el Instituto de Formación Diplomática y Consular (Inesdyc), habla del tema.

Polanco es abogado y profesor universitario, con especialidad en comercio exterior en las universidades PUCMM y Unibe, y en el I-Global y el Inesdyc.

¿Explique qué es exactamente una guerra comercial?
Cuando hablamos de una “guerra comercial” nos referimos a que uno o varios países han decidido aplicar o aplicarse mutuamente una serie de medidas comerciales arbitrarias, unilaterales, no consensuadas y que claramente contradicen los preceptos del sistema multilateral de reglas del comercio. Se habla de “guerra” porque una acción causa reacciones de retaliación o represalias, entonces, como sucede en las guerras, se genera en el panorama un caos e incertidumbre.

¿Es la primera vez que en el mundo suceden estas tensiones comerciales?
No, durante toda la historia han ocurrido estas tensiones comerciales.

Los casos más destacables son en el caso de los Estados Unidos: la Ley de Aranceles de 1828, la propuesta de ley de aumento de aranceles de los senadores Smoot y Hawley de 1930, la guerra del acero del Presidente Bush en el año 2002.

República Dominicana en los últimos años se ha visto sometida a varias prohibiciones por parte del vecino Haití y muchos consideran esas prohibiciones como acciones de guerra comercial.

¿Cuáles son las consecuencias principales de las guerras comerciales?
Afectan las cadenas de valor mundial y eso es muy serio en la actualidad, ya que la gran mayoría de los productos son fabricados en partes en varios países.

Las guerras comerciales llenan de incertidumbre a los mercados internacionales, desvirtúan los flujos de comercio, desincentivan las inversiones extranjeras y encarecen el consumo.

Además, se pierden empleos y se ganan retaliaciones y represalias indeseadas que multiplican y engrandecen estas consecuencias negativas. Nadie gana en una guerra comercial.

¿Cómo pueden evitarse las guerras comerciales?
Con un diálogo político sincero y con una diplomacia comercial activa e inteligente.

Las guerras comerciales no encuentran espacios cuando los países optan por aplicar las normas como fueron pactadas o cuando en casos de violación a las normas eligen la vía institucional de solución de disputas en vez de reaccionar con otra retaliación comercial ilegal y no autorizada.

¿Qué más ha influido para que ocurriera la guerra comercial?
Sin lugar a dudas el inicio de las actuales tensiones comerciales lo fue la decisión de Estados Unidos de imponer aranceles de 25% y 10% a las importaciones de determinados productos del acero y del aluminio, bajo el fundamento de la sección 232 de la Ley para la Expansión del Comercio de 1962 con el propósito de proteger la seguridad nacional.

¿Qué pueden hacer los países afectados por los nuevos aranceles al acero y al aluminio en Estados Unidos?
Pueden accionar de varias formas, todo depende de cuál sea el interés de cada uno de los países afectados.

A la fecha de hoy China, la Unión Europea, México, Canadá, India, Noruega, Rusia y Suiza se han quejado como parte del procedimiento de solución de disputas de la Organización Mundial del Comercio (OMC) al considerar que la medida estadounidense es inconsistente con los compromisos asumidos sobre no discriminación en el Acuerdo General sobre Aranceles Aduaneros y Comercio (GATT) de 1994 y otros acuerdos abarcados dentro del ámbito de la OMC.

A la par con esta acción legal algunos países han reaccionado imponiendo a su vez medidas unilaterales para contrarrestar los efectos de la medida estadounidense, por ejemplo, la Unión Europea está aplicando aranceles adicionales a las importaciones desde Estados Unidos de alimentos, enseres de cocina, ropa, calzado, lavadoras, textiles, whisky, motocicletas, botes y baterías.

México está actualmente cobrando aranceles extraordinarios a las importaciones estadounidenses de carne de cerdo, manzanas, arándanos, papas, quesos, whisky y a productos de acero como placas, láminas, chapas, varillas, tubos y alambrón.

Canadá también cobra hoy aranceles adicionales a las importaciones estadounidenses de acero, aluminio, jugo de naranja, sirop de arce, whisky, papel higiénico y otros. Como puedes notar se ha armado “guerra comercial”, porque ante la acción estadounidense han surgido reacciones de varios países imponiendo medidas similares en retaliación o represalia.

¿Qué rol debe jugar la Organización Mundial del Comercio ante este escenario de guerra comercial?
Desde mi perspectiva académica entiendo que ante este escenario incierto e inestable la Organización Mundial del Comercio debe jugar el rol de solucionar las diferencias comerciales que surjan entre sus miembros pues ese sistema de solución de disputas es sin lugar a dudas el principal guardián y garantía del cumplimiento de las reglas de la OMC y la mejor vía para zanjar las diferencias comerciales que surgen entre los miembros de la OMC.

¿Qué ocurre en la actualidad en el ”rgano de Solución de Disputas de la OMC?
Lo que ocurre es que en la actualidad existen varias vacantes en el ”rgano de Apelación y hay dificultad para nombrar a nuevas personas para que ocupen esas vacantes. Esta indeseada situación dificulta el conocimiento de los casos y afecta la efectividad del sistema, pues, se está tomando demasiado tiempo para juzgar los recursos de apelación y con ello poner fin a las disputas.

Desde antes de ganar las elecciones el Presidente Trump expresó su deseo de sacar a Estados Unidos de la OMC

¿Cree que ocurra?
Como docente siempre trato de seguir las tendencias pero las recientes posiciones y decisiones comerciales de los Estados Unidos han sido todo un reto pues las mismas cambian rápida y constantemente.

Si bien el presidente Trump ha criticado duramente la efectividad del sistema de la OMC, también a la vez ha dado muestras de que cree y de que confía en el sistema multilateral de comercio pues hace unos meses eligió el foro de la OMC como el lugar para resolver sus diferencias comerciales con China con respecto a casos relacionados con problemas en el acceso de inversionistas estadounidenses al mercado chino y otros casos relacionados a derechos de propiedad intelectual.

También recientemente los Estados Unidos han presentado ante el órgano de solución de diputas de la OMC una reclamación contra China, México, Canadá, la Unión Europea y Turquía por las medidas que dichos países han impuesto contra el acero y el aluminio estadounidense.

¿Puede la guerra comercial actual afectar el sistema multilateral del comercio?
Desde mi perspectiva académica entiendo que sin lugar a dudas de continuar las medidas proteccionistas recientes se afectará gravemente el sistema multilateral del comercio, pues, el mismo se basa en un conjunto de reglas que deben ser respetadas y que funcionan solo si son acatadas por los países.

Este tipo de acciones unilaterales y arbitrarias impiden la certidumbre, la fluidez, la transparencia y la seguridad jurídica que proporcionan las normas de la OMC al comercio internacional.

¿Explique la importancia para el mundo contar con la OMC y su marco normativo?
Si bien la OMC no es perfecta, es un sistema que ha funcionado, que ha cumplido con su tarea de regular el comercio y que ha aportado grandemente al crecimiento y a la fluidez con la que se hace comercio en el mundo.

Estoy convencido de que más que eliminar a la OMC lo que se debe hacer es fortalecerla y adecuarla a la realidad del comercio mundial de hoy y a las necesidades de sus países.

 

 

Por: Cándida Acosta

Fuente: Listin Diario

 

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